Breve introducción
Si la población tuviera acceso al código fuente de las diferentes aplicaciones del Estado, todos nosotros podríamos sugerir las mejoras necesarias para arreglarlo y mejorarlo, independiente si conocemos algún lenguaje de programación o no. Como es obvio anotar, la entidad tendría el control de las versiones, manejaría la priorización de los requerimientos y entregaría progresivamente un mejor producto a los ciudadanos.
Esto ahorraría bastante miles de soles (por no decir millones) para evitar que algún servicio (digital o no) deje de funcionar, de manera parcial o total. De hecho, así funciona la lógica del código abierto. Diferentes personas de manera voluntaria y desinteresada contribuyen en el mejoramiento progresivo del desarrollo de un código inicial. Una muestra de esta práctica se puede encontrar en las plataformas de control de versiones como gitHub.
Un ejemplo práctico de una institución que comparte su código fuente es el repositorio de la NASA la cual gestiona su código abierto de diversas aplicaciones que emplea en sus proyectos de exploración espacial en la plataforma a la cual nos hemos referido. Si una institución de esas características comparte su código fuente como no lo puede hacer alguna otra institución que solo gestiona datos de registos administrativos que son (o deberían ser) de conocimiento público, como es el caso del JNE.
Un caso particular con relación al voto informado propuesto por el JNE
En la parte superior de la imagen es posible apreciar que en la plataforma del JNE, Voto Informado las propuestas de un candidato aparecen, para la dimensión social; las del otro, no, dando a entender que este último candidato no ha propuesto nada en esta categoría.
Pero cuando revisamos los planes (algunos de ellos son solo un resumen en una plantilla establecida por el JNE) descargados de esta otra plataforma advertimos que si existen propuestas de ambos postulantes para aquella categoría. (Parte inferior de la imagen)
¿Por qué suceden estas situaciones? ¿Por qué tenemos dos plataformas bajo el mismo subdominio pero que comparten información similar? ¿Por qué es tan difícil consolidar la información y mantener un solo punto de acceso con datos abiertos bajo formatos que pueden leer las personas (y las máquinas)? ¿Por qué Dios (si es que existe alguno)? ¿por qué? ¿Por qué es tan problemático prestar un servicio digital desde el Estado que sea completo y este libre de errores? (Al menos de los más comunes).
¿Por qué al amparo del Decreto Supremo Nº 051-2018-PCM que creó el Portal de software Público Peruano y estableció disposiciones adicionales sobre el software de gestión pública no ha sido liberado aún el código fuente de estos dos portales? El mismo JNE lo debió haber hecho, digamos de oficio.
Recordemos que el JNE ha realizado en dos o tres oportunidades eventos llamados Hackathon, a modo de concursos de prototipos para desarrollar aplicaciones informáticas. De hecho, Voto Informado fue un prototipo que ganó uno de estos eventos (desde mi punto de vista mal llamados Hackathon).
Si los ciudadanos tuviéramos la oportunidad de arreglar el código existente de estas aplicaciones proporcionadas por el JNE tal vez tuvieramos una mejor gestión de la información que se entrega a los ciudadanos de tal suerte que puedan emitir como indica el nombre de la plataforma: un voto informado. Pero recordemos que esta es una (y será) una decisión política y no tecnológica y, por lo tanto, directamente relacionada con las decisiones de quien dirige a la institución pública.
Para recordar
Por otra parte, ¿es posible hablar de gobierno abierto cuando las instituciones del Estado no publican su código fuente o usan aplicaciones que no son de fuente abierta? –Este tema va generar cierta discusión, próximamente.
Para un recordaris del concepto de gobierno abierto es importante volver a revisar esta fuente: The White House, P. B. O. (s. f.). Open Government Initiative | The White House. Recuperado 25 de abril de 2017, a partir de https://obamawhitehouse.archives.gov/open
Declaración:
El autor de esta nota no tiene (ni desea) afiliación política partidaria alguna, aunque obviamente tiene su corazoncito (como todos). Su trabajo (ciudadano y voluntario) se focaliza en revisar el funcionamiento de los servicios digitales del Estado (peruano).